TESOROS DE LA BIBLIA, Semana del 7 al 13 de Abril del 2025, Escuchemos a la sabiduría personificada

 

Discurso Preparado de TESOROS DE LA BIBLIA de esta Semana del 7 al 13 del 2025 "Escuchemos a la sabiduría personificada"

Discurso Preparado de TESOROS DE LA BIBLIA de esta Semana del 7 al 13 de Abril del 2025

"Escuchemos a la sabiduría personificada"

Hoy nos reunimos para reflexionar sobre uno de los tesoros más valiosos que podemos adquirir en la vida: la sabiduría. Pero no cualquier sabiduría, sino aquella que la Biblia describe como sabiduría personificada.

¿A qué nos referimos con esta expresión? A la sabiduría que cobra vida y habla a nuestro corazón, llamándonos a la sensatez y a la comprensión.

VAMOS A LEER PROVERBIOS 8:1, 4 

¿Acaso no está llamando la sabiduría? Y el discernimiento, ¿no está alzando su voz? 4 A ustedes, a toda la gente, los estoy llamando; alzo mi voz para dirigirme a todos.

Esta invitación poderosa nos hace ver que la sabiduría no es un simple concepto o expresión, sino que se presenta de manera activa y cercana, deseosa de ser escuchada por cualquier persona que tenga oídos para oír.

En ese mismo capítulo, la sabiduría declara algo sorprendente: «Jehová me produjo como el principio de su actividad, el primero de sus logros de hace mucho tiempo» (Proverbios 8:22).

A lo largo de los siglos, quienes estudian las Escrituras han entendido que estas palabras aluden a alguien muy especial. Jehová Dios ha sido sabio por la eternidad, pues Él no tuvo principio, de modo que la sabiduría en sí misma no fue producida.Libros espirituales

Sin embargo, hay un ser que sí fue creado por Jehová y que, al expresar a plenitud la sabiduría divina, se convierte en su personificación. Nos referimos al Hijo de Dios, Jesucristo, el primogénito de toda la creación.

VAMOS A LEER PROVERBIOS 8:22

Jehová me produjo como el principio de su actividad, el primero de sus logros de hace mucho tiempo.

Esta referencia nos lleva a la identidad de Jesús como la Palabra, es decir, el principal portavoz de Jehová. Antes de que existiera el cielo, la tierra y toda forma de vida, el Hijo de Dios ya estaba allí, junto a su Padre.

Con razón, Salmo 90:2 dice que Dios es «de tiempo indefinido a tiempo indefinido, eterno, y no tuvo comienzo.» Pero su Hijo, como creación, sí tuvo un principio. Así pues, esta sabiduría que se presentó con voz propia en Proverbios solo puede señalar al Hijo de Dios.

La Biblia, además, resalta que Jesús participó en la creación de todo lo que existe. Colosenses 1:16 explica que, mediante este Hijo, todo lo demás fue creado, en los cielos y en la tierra. Jehová, el gran arquitecto, se valió de su Hijo como un constructor o obrero experto para materializar su magnífico proyecto de la creación. De ahí que el Hijo de Dios sea la representación perfecta de la sabiduría, porque puso en práctica el conocimiento supremo de su Padre.

La Biblia describe con hermosas palabras este proceso creativo.

VAMOS A LEER PROVERBIOS 8:30-31

Yo estuve junto a él como un obrero experto. Día tras día su mayor alegría era yo, y siempre me sentía feliz delante de él. 31 Yo me alegraba por la tierra, hecha para ser habitada, y les tenía un cariño especial a los seres humanos.

Podemos imaginar el vínculo tan estrecho entre el Padre y el Hijo después de trabajar durante millones y millones de años en la inmensa obra de la creación.

Mientras los seres humanos imperfectos a menudo encontramos obstáculos para colaborar en armonía, la relación entre Jehová y su Hijo era de perfecta sintonía. No había rivalidades ni desacuerdos, sino una comunión profunda de objetivos, sentimientos y anhelos. 

¿Te imaginas la alegría de ver surgir, desde galaxias y sistemas estelares hasta la Tierra, con toda su espléndida diversidad de plantas, animales, y finalmente, el ser humano?

Sin duda, cada paso creativo reforzaba el amor entre el Padre y el Hijo, un amor tan antiguo como el mismo tiempo y más fuerte que cualquier otro. Ahora bien, la Biblia no deja este tema en un plano meramente doctrinal o histórico, sino que nos anima a responder.

VAMOS A LEER PROVERBIOS 8:32, 35

Y ahora, hijos míos, escúchenme. ¡Felices los que siguen mis caminos! 35 Porque el que me encuentra a mí encontrará la vida y recibirá la aprobación de Jehová.

Es un llamado directo a todos nosotros, una invitación a adquirir y aplicar la sabiduría que Jesús, el Hijo de Dios, encarna. ¿Por qué deberíamos obedecer a esta sabiduría personificada?Libros espirituales

Primero: porque su fuente es Jehová, el Padre de la sabiduría.

Segundo: porque Cristo fue producido antes de todas las cosas, y como nuestro gran maestro, tiene toda la autoridad moral para instruirnos.

Tercero: porque de nuestra respuesta depende la dicha presente y, más importante aún, la aprobación de Jehová. Podemos imaginar un regalo mayor que contar con el favor divino.

A lo largo de su ministerio en la tierra, Jesús mostró que su sabiduría trascendía incluso la del rey Salomón, a quien muchos consideraban el más sabio de la historia. El propio Jesucristo dijo que él era algo más que Salomón. Sus enseñanzas, a las que llamó «dichos de vida eterna», reflejan los mismos principios que vemos en Proverbios, pero llevados a la máxima expresión.

Un ejemplo claro es el famoso sermón del monte, donde Jesús describe las condiciones para hallar la verdadera felicidad. Allí destaca que la felicidad no proviene de tener grandes posesiones materiales o de lograr fama, sino de cultivar cualidades como la humildad, la paciencia y el anhelo sincero de justicia.

De hecho, nos dijo: «Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual.» (Mateo 5:3) Estas palabras, en armonía con Proverbios, subrayan que, para ser realmente felices, debemos fundamentar nuestra vida en la adoración a Jehová y en la convicción de que Él cumple sus promesas.

No es de extrañar que 1 Corintios 1:21-30 llame a Cristo «la sabiduría de Dios.» Tal como un discípulo aprende de su maestro y reproduce sus métodos con fidelidad, Jesús nos revela el pensamiento y el sentir de Jehová. Cada vez que nos dejamos guiar por esa sabiduría divina, nos acercamos más a nuestro Creador, la fuente de la vida.Libros espirituales

En vista de todo ello, la invitación de Proverbios 8 sigue vigente hoy en un mundo lleno de voces que prometen caminos más rápidos y fáciles, pero a menudo vacíos. Ante tanto ruido, la voz de la sabiduría personificada, Jesucristo, se alza con claridad y firmeza. Él nos dice: «Y ahora, hijos míos, escúchenme. Felices los que siguen mis caminos.»

Aceptar esta invitación trae consigo bendiciones no solo en el presente, sino también la promesa de la vida eterna bajo la aprobación de Jehová. Recordemos que escuchar no significa simplemente oír con los oídos, sino responder con la mente y el corazón. Inculquemos en nosotros mismos y en nuestras familias ese amor por la sabiduría divina. De este modo, encontraremos una verdadera felicidad que no se desvanece, aún cuando enfrentemos las inevitables dificultades de la vida.

En la ilustración de nuestra guía de actividades vemos representada a Jesús, sentado, enseñando a un grupo de hombres, mujeres y niños. La escena nos recuerda esa cercanía y accesibilidad que caracterizaron a Cristo: su mirada reflexiva y llena de amor, el gesto de su mano al exponer verdades profundas, la atención reverente de quienes lo escuchan.

Todo en la imagen evoca el sublime momento en que el Hijo de Dios compartía los principios del Reino y mostraba el amor de su Padre de una forma sencilla y al alcance de todos.

Al igual que aquellas personas en la escena, dirijamos nuestro corazón a Jesucristo, la sabiduría personificada, y hagamos nuestros los valores y principios que él enseñó. Así recibiremos la bendición que Proverbios 8:35 nos promete: «Porque el que me encuentra a mí encontrará la vida y recibirá la aprobación de Jehová».Libros espirituales