Analisis y Comentarios del TEXTO DIARIO DE HOY LUNES 24 DE FEBRERO 2025 de ROMANO 3:23
Lunes 24 de febrero
Todos han pecado (Rom. 3:23).
¿Por qué declaró Jehová justo a Abrahán? (Romanos 4:2-4).
Jehová declaró justo a Abrahán cuando vivía en Canaán. ¿Por qué fue que lo declaró justo? No fue porque Abrahán obedeciera a la perfección la Ley de Moisés (Rom. 4:13). ¿Cómo lo sabemos? Porque la nación de Israel recibió esa Ley más de 400 años después. Entonces, ¿por qué declaró Jehová justo a Abrahán? Jehová le mostró bondad inmerecida y lo declaró justo por su fe (lea Romanos 4:2-4).
¿Por qué declara Jehová justo a un pecador?
Justo después, Pablo explicó que, cuando alguien pone su fe en Dios, “se le considera justo por su fe” (Rom. 4:5). Y añadió: “David también habla de la felicidad del hombre al que Dios considera justo pero no por sus obras: ‘Felices aquellos a quienes se les han perdonado las cosas malas que hicieron y a quienes se les han cubierto los pecados; feliz el hombre a quien Jehová de ningún modo le tomará en cuenta su pecado’” (Rom. 4:6-8; Sal. 32:1, 2). Dios cubre o perdona por completo los pecados de las personas que ponen su fe en él; ya no los toma en cuenta. Jehová ve a esas personas como justas y libres de culpa debido a su fe.
¿En qué sentido fueron justos los siervos de Dios del pasado?
Aunque Abrahán, David y otros siervos fieles de Dios fueron declarados justos, seguían siendo imperfectos y pecadores. Pero debido a su fe Dios los consideró libres de culpa, sobre todo en comparación con las personas que no lo adoraban (Efes. 2:12). En su Carta a los Romanos, Pablo deja claro que para ser amigos de Jehová es imprescindible tener fe. Así fue en el caso de Abrahán y David, y lo mismo puede decirse de nosotros.
¿A qué conclusión equivocada han llegado algunos, y por qué?
Durante siglos, los líderes de diferentes Iglesias de la cristiandad han mantenido un debate muy polémico sobre la relación entre la fe y las obras. Algunos afirman que para lograr la salvación basta con creer en el Señor Jesucristo. Quizás hayamos escuchado la frase “Acepta a Jesús y serás salvo”. Es posible que esos líderes religiosos hagan referencia a Romanos 4:6, donde Pablo habla del “hombre al que Dios considera justo pero no por sus obras”. En cambio, otros enseñan que para salvarse hay que peregrinar a ciertos lugares sagrados y hacer buenas obras. Tal vez se apoyen en lo que dice Santiago 2:24: “El hombre llega a ser declarado justo por sus obras y no solo por su fe”.
En vista de estas creencias tan distintas, algunos biblistas han llegado a la conclusión de que Pablo y Santiago tenían diferentes opiniones sobre la fe y las obras. Afirman que Pablo pensaba que bastaba con tener fe para conseguir la aprobación de Dios pero que Santiago creía que había que tener obras. Un teólogo explicó: “Santiago no entendía por qué Pablo insistía tanto en que alguien es declarado justo solo mediante la fe y no mediante las obras”. Pero tanto Pablo como Santiago estaban escribiendo por inspiración de Jehová (2 Tim. 3:16). En realidad, hay una explicación muy sencilla para entender lo que dijo cada uno. Para ver cuál es, analicemos el contexto de sus palabras.